Aunque se trata de un asunto no.

Las primeras obras de García Cabrera, Josefina de la Torre o Agustín Espinosa se publican en fechas cercanas a las primerizas de Luis Cernuda y otros poetas del 27. El concepto de generación del 27 es útil para situar históricamente a algunos poetas, pero no responde a la realidad literaria del país. Deja fuera, por ejemplo, a los novelistas: Francisco Ayala estuvo también en la celebración gongorina del 27. Y deja fuera a ensayistas como María Zambrano.

José Bergamín, figura central en los años veinte y treinta, participe del centenario y animador de la revista La Gaceta Literaria (que celebró el centenario de Góngora), habló de S. L. (Sociedad Limitada) para referirse a los intereses de quienes definieron a la generación del 27: los Salinas, Dámaso Alonso, Guillén, Gerardo Diego, Alberti.., y sus epígonos universitarios posteriores. La generación del 27 es un concepto superado desde la publicación de La edad de plata, de José Carlos Mainer, hace más de cuarenta años.

El "núcleo central" de la obra de García Cabrera puede relacionarse, salvadas numerosas diferencias, con la de Cernuda, Altolaguirre, Prados...

Josefina de la Torre publicó Estampas con prólogo de Salinas al final de los años veinte. Salinas era amigo de Claudio de la Torre, hermano de Josefina, autor teatral y novelista muy conocido en aquellos años. Otro excluido.

El tema da para extenderse mucho.