Cita en su consulta el Diccionario de canarismos, de Antonio Lorenzo, Marcial Morera y Gonzalo Ortega. La remitimos a las páginas preliminares de la misma, donde podrá encontrar una detallada definición del concepto de canarismo.

La Academia Canaria de la Lengua publicó en el año 2010 el Diccionario básico de canarismos. En él se recogieron palabras o acepciones de uso frecuente en el español de las Islas que no son comunes a todo el mundo hispanohablante. En la páginas introductorias de la obra se explica qué criterios se siguieron para dar entrada a una palabra entre sus páginas. Puede consultarlos aquí.

Muchos de los canarismos tienen su origen en otras lenguas (la lengua de los aborígenes canarios y el portugués principalmente) o en otras variedades del español (andaluz, variedades americanas…). Ello no les hace perder su condición de tales. Así mismo, muchos de ellos son compartidos con otras regiones hispanohablantes, sobre todo con algunas zonas de Latinoamérica a las que los canarios durante siglos de emigraciones han llevado su léxico y de las que han traído muchas de sus voces representativas. Ello, desde la concepción amplia de canarismo que se maneja generalmente en la lexicografía canaria, tampoco comporta que una palabra propia del español de las Islas, y que no se registre en la variedad estándar, no pueda considerarse canarismo.

Si en algún caso el DBC da entrada a voces que algunos diccionarios generales de español incluyen sin marca de localización geográfica, es decir, como generales en nuestra lengua, se debe a que hemos constatado que su uso es residual, en términos generales, en el mundo hispanohablante, frente a la alta frecuencia con que se registran en las Islas (por ej., afrecho, cardume). Reciba un cordial saludo.